¿Cómo será la soledad de una poesía que no encuentra su lugar en google?
No la busquen ahí. Inútil.
Pero revisen sus viejos papeles, rebusquen en cartas de amor, en libros amontonados en anaqueles y bibliotecas. ¡Alguien tiene que poder decirnos quien ha sido el autor de estas palabras que consuenan tan a tono con nuestras Jornadas! ¡A correr que la poesía lo merece!
Aplauso, medalla y beso es lo menos que le corresponderá a quien se aventure ante semejante desafío.
Y por favor, no la suban a google...